Septiembre es sinónimo de deshacer maletas, vuelta al cole y retomar rutina… ¡Y de hacer cuentas! No sólo de los kilos extra que nos hemos autoregalado este verano, sino también por los gastos de nuestras vacaciones y de los que vienen con materiales escolares y un sinfín más. Pero ya sabes que en Ontime nos gusta ver el lado bueno de las cosas, así que para nosotros este mes se traduce en nuevos comienzos y en una oportunidad para darle la vuelta a la tortilla (siempre con cebolla) y aplicar la economía circular. ¡Y no de guerra!
¿Te hemos convencido? Puede que aún no, pero… ¿Y si te decimos que tenemos bajo la manga unos consejos para reducir tus gastos sin tener que apretarte mucho los bolsillos? ¡Te contamos algunos trucos! Porque sí, en esto de la logística inversa somos unos cracks. Y otra vez sí, no tenemos abuela.
¡Hazlo tú mismo! ¡DIY!
¡Extra! ¡Llévate un 3×1! Al aplicar este consejo, ayudas a tu economía, al planeta y a tu mente. Y es que además de reducir tus gastos, contribuyes a un mundo más sostenible y también desarrollas toda tu creatividad.
¿Quién dijo que reciclar tiene que ser aburrido? ¡Vamos a darle un toque creativo! En lugar de simplemente lanzar tus botellas y latas al contenedor, ¿por qué no transformarlas en arte? Crea macetas con latas viejas, convierte botellas en lámparas decorativas, o haz manualidades con papel reciclado. ¡Además es un plan muy divertido para hacer con los más pequeños de la casa!
Si no estás muy inspirado, no te preocupes, porque ya sabes que en Internet puedes encontrar prácticamente de todo. Échale un ojo a canales como Pinterest, TikTok o YouTube y deja de hacer scroll con vídeos de gatitos.
¡Dale una Segunda Vida a Todo!
Seguro que tienes el armario hasta arriba de ropa que ya no te pones. Ay, ¡qué peligro tienen los por si acaso! Si aún no has hablado de la moda circular, ¡ya es hora! ¡Dale una segunda vida! Y esto también puedes aplicarlo a todo lo que tengas en casa que ya ni te acuerdas de que existe o que almacenas en el trastero…
Una buena opción para llevarte un extra (y hacer limpieza a lo Marie Kondo) es vender tus cosas en aplicaciones especializadas de segunda mano. Encontrarás muchos vendedores a los que les interesará ese pantalón que tenías olvidado o esa butaca desgastada de estilo vintage.
Ponte a googlear y encontrarás miles de opciones para vender tus artículos, incluso especializados en coleccionistas si eres de los que guarda algún tesoro heredado.
¡Ojo! No caigas en la tentación…Hay muchos productos interesantes que te intentarán seducir, pero si tu objetivo es sólo ganar dinero y deshacerte cosas, será mejor no bichear mucho. Te lo dice la voz de la experiencia.
En busca del tesoro
Pues sí, ahora te diremos todo lo contrario. Porque es el turno de comprar. Eso sí, con cabeza. Te damos algunos trucos para reducir tu gasto y ser más sostenible. Si estás de mudanza y estrenas casa o te apetece simplemente darle un cambio de imagen a alguna estancia (porque ahora te vas más lo farmhouse o te has pasado al minimalismo con toques de art decó), opta por hacerte con mobiliario de segunda mano.
En las aplicaciones que te comentábamos en el anterior punto encontrarás un gran catálogo de artículos que pueden ser diamantes en bruto. Sólo te bastará pulirlo un poco (en este caso, seguro que lijar), pintar, añadir unos pequeños detalles como unos pomos originales y listo. ¡Mueble como nuevo y personalizado! De esta manera, contribuyes al planeta, ahorras y consigues un artículo muy especial que seguro que no vas a encontrar en otra casa.
Si tú eres de la vieja escuela y te va más el face to face, te recomendamos que vayas a algún mercadillo de segunda mano que organizan en muchas ciudades. Seguro que en la tuya también hacen algo similar. Así podrás ver en primera mano el mueble que te interese para saber si te encaja o no.
Cocina con Cabeza: Reduce y Reutiliza
¿Cuántas veces te ha pasado eso de abrir tu frigo y no saber qué hacerte para comer?
-¡Es que no me queda nada! ¡Tengo que hacer la compra!
¿No tienes nada de nada? ¡Observa! Échale un ojo a lo que tienes en la nevera y seguro que puedes rescatar algo y hacerte un maravilloso plato que te salvará de ir al supermercado y gastar más de manera innecesaria.
En lugar de desechar los restos de comida, ¡conviértelos! Usa cáscaras de frutas para hacer mermeladas caseras, crea caldos con vegetales que ya están un poco pasados, o prepara batidos con frutas maduras. ¡La comida no solo será más sabrosa, sino también más sostenible!
Ahorra energía (y dale una alegría a tu bolsillo)
Estamos seguros de que este consejo ya lo aplicas en tu rutina, o eso esperamos. Porque si no es así, tienes que ponerte al día. ¿Acaso no sabes que tú también puedes reducir la huella de carbono?Y no sólo se trata de reciclar la basura, también puedes hacer infinidad de cosas que ayudarán a ahorrarnos energía (y costes extra).
Si eres de los que aún no se ha pasado a las bombillas LED, ¡no esperes más y hazlo! Sólo te diremos un buen motivo para que lo hagas: ¡Tu factura de la luz se reducirá!
Otro truco consiste en desconectar aparatos electrónicos cuando no los uses, y así aprovechas al máximo la luz natural. También puedes probar paneles solares caseros si estás listo para una aventura energética.
Haz de manitas
¿Te acuerdas de aquel programa de la tele de bricolaje con esa musiquita tan particular? Si no es así, es porque eres de la generación Z, X o la siguiente de la siguiente. La autora de este artículo (orgullosa millenial) te aconseja encarecidamente que veas algún capítulo y es que puedes aprender un montón de trucos para reparar algún mueble que se ha estropeado o reutilizar cualquier cosa cuyo destino inminente era el contenedor de la basura.
¡Imaginación al poder! Exprime toda tu creatividad y esas dotes de manitas para hacer reparaciones sencillas. No sabes lo gratificante que puede llegar a ser. ¡E incluso terapéutico!
Podríamos seguir contándote muchos más trucos, pero eso ya lo haremos en una segunda parte. Con estos consejos prácticos, ya puedes empezar a ponerte las pilas este septiembre para que tu cuenta bancaria no se quede temblando con el inicio de curso.
Recuerda, cada pequeño cambio cuenta y tú tienes el poder de marcar una gran diferencia. ¡Hazlo divertido, hazlo con estilo, y sobre todo, hazlo por el planeta!
